¡Hey, amigos! Si estáis buscando un lugar para disfrutar del auténtico sabor mediterráneo, tenéis que echar un vistazo al Restaurante Sal y Almagre en el Puerto de Mazarrón. Se encuentra en C. Islas Cíes, 6, en la urbanización El Alamillo. No solo la comida es riquísima, sino que también tienen una terraza amplia donde podéis disfrutar del buen tiempo mientras os deleitáis con unos platos increíbles. Además, el personal es super atento y amable, así que os sentiréis como en casa desde el primer momento.
La oferta culinaria es todo un viaje de sabores; desde ensaladas frescas hasta platos elaborados a baja temperatura, cada bocado es una delicia. Si tienes alguna restricción alimentaria, ¡no te preocupes! Tienen opciones para celíacos también. Y lo mejor, los precios son bastante justos, ¡así que no hay excusas para no probarlo! Si queréis hacer una reserva o preguntar algo, no dudéis en llamar al 868 97 53 70. ¡Os va a encantar!
Horarios Restaurante Sal Y Almagre
Día | Hora |
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lunes | Cerrado |
martes | Cerrado |
miércoles | Cerrado |
jueves | Cerrado |
viernes | 12:00–16:3020:00–23:30 |
sábado | 12:00–16:3020:00–23:30 |
domingo | 12:00–17:00 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Restaurante Sal Y Almagre
Dónde está ubicado el Restaurante Sal y Almagre
¡Hey, grupo! Quiero hablarles de uno de mis lugares favoritos en Mazarrón: el Restaurante Sal y Almagre. Es un sitio al que solemos ir cada verano, ¡y una tradición que nunca falla! Se encuentra en C. Islas Cíes, 6, 30868 Mazarrón, Murcia. Lo que más me gusta es que tienen una terraza con mesas donde puedes disfrutar de la comida al aire libre, aunque un pequeño detalle es que no tienen aire acondicionado, así que si hace calor, prepárense con un buen sombrero y mucha agua.
La comida en Sal y Almagre suele ser bastante buena, con varios platos que siempre son un éxito. Sin embargo, tengo que decir que la carta ha estado un poco estancada. He notado que es la misma que tenían hace dos años, y aunque hay platos muy ricos, ¡sería genial que innovaran un poco y aumentaran la variedad! Aún así, hay opciones que sí están a la altura, así que no se preocupen, ¡siempre hay algo delicioso que probar!
He tenido experiencias mixtas allí. Un día, disfruté de un queso con un sabor increíble y una hamburguesa de pollo trufado que definitivamente podría repetir. Además, el servicio fue top, especialmente porque trajimos a nuestra mascota y la trataron de maravilla. Le pusieron agua y todo, lo que siempre suma puntos. Sin embargo, también hay opiniones más críticas: algunas personas han mencionado que ciertos platos estaban demasiado cargados de mayonesa y que la relación calidad-precio podría mejorar.
Así que ahí lo tienen, el Restaurante Sal y Almagre sigue siendo un lugar al que probablemente regresaremos, pero siempre con la esperanza de que se atrevan a darle un toque fresquito a su menú. Recuerden, si están buscando un buen sitio para comer en Mazarrón, pueden encontrarlo en C. Islas Cíes, 6, 30868 Mazarrón, Murcia. ¡No se lo pierdan!
Qué tipo de cocina ofrece el Restaurante Sal y Almagre
Y hablando del Restaurante Sal Y Almagre, sinceramente, ¡no entiendo algunas de las críticas que he leído! La verdad es que yo fui a cenar allí y la comida estaba realmente buena y de calidad. Te hablo de un festín de sabores: empezamos con anchoas en salmuera y una marinera que estaba de lujo (muy suave, por cierto, te la recomiendo sin dudar). Luego, no puedes perderte las zamburiñas y esos caballitos. ¡Madre mía, qué cosa tan rica! Y si te gusta el atún, el tartar de atún es un must, se deshace en la boca. Además, probamos el rulo de cabra con mermelada de higos, aunque yo le hubiera puesto más mermelada porque se acabó rapidísimo. Por último, el solomillo tenía un sabor espectacular, todo un acierto.
Ahora, hablando del precio, nos subimos a 45 euros por persona porque pedimos vino, que uno siempre quiere acompañar la buena comida con una buena botella. Pero si lo miras, para cenar con comida de calidad no está nada mal. El ambiente es genial, con unos camareros que son super simpáticos y atentos. Además, en la zona hay un montón de aparcamientos gratuitos, que se agradece para no darle más vueltas a buscar dónde dejar el coche.
Y lo que más me sorprendió es que, aunque hay alguna crítica aquí y allá, la experiencia en general fue buenísima. La terraza amplia y limpia es perfecta para disfrutar del día y la zona tiene unas vistas al mar que son de ensueño. Si vas, no olvides dejar un hueco para el postre: las fresas con nata son caseras y están para chuparse los dedos.
En cuanto a la cocina que ofrece Sal Y Almagre, puedes esperar una fusión de tapas tradicionales y algunos toques modernos. Aquí hay un poco de todo: desde pescados frescos como la lubina hasta carnes jugosas como la pluma ibérica. Además de todo lo mencionado, las opciones de aperitivos y postres son bien variadas, lo que lo hace un sitio ideal para tapear y disfrutar de una buena cena con amigos. ¡Definitivamente lo recomiendo si estás por Mazarrón!
El restaurante tiene opciones para celíacos
Y ya que estamos hablando de Sal Y Almagre, no puedo dejar de mencionar lo sorprendente que es este lugar. Al principio, pensé que sería uno más de tantos restaurantes que hay en la zona, pero su carta elaborada me dejó boquiabierto. Eso sí, cuidado, que al ser metálica, parece un poco pesada en las manos. Pero el verdadero trato lo recibes en la mesa: el pan calentito con un toque de aceite y pimentón es simplemente irresistible. Es el tipo de lugar donde te sientes en casa, y la amabilidad de la camarera hace que todo sea aún mejor.
Es verdad que algunos platos te dejan con ganas de más, sobre todo si eres un buen tragón. Pero si prefieres hacer una degustación, no te puedes perder el gazpacho, la ensaladilla que es una buena tapa y claro, la lubina. Ojo, el filete enrollado es espectacular, aunque me pareció un poco escaso en comparación con lo que esperaba ver en el plato. Pero bueno, nada que unas raciones más no solucionen, ¿verdad? Y ya para cerrar con broche de oro, los postres son un must. Sus fresas con nata son la bomba, y la nata la preparan allí mismo. ¡Todo riquísimo!
Hay otra cosa que realmente me dejó encantado. En mi segunda visita, la misma camarera nos contó que no hay freidora en la cocina, lo que le da un toque especial a cada plato. La chef se las arregla para darles un sabor único utilizando la plancha y el horno. Esto es un punto a favor, ya que 80% de la carta es gluten free, así que si conoces a alguien con intolerancias, aquí se sentirá genial comiendo tranquilo.
Por cierto, si te preguntas si Sal Y Almagre tiene opciones para celíacos, la respuesta es un rotundo sí. Con su gran variedad de platos sin gluten, seguro que encuentras algo delicioso que se adapte a tus necesidades. Así que ya sabes, la próxima vez que busques un lugar con buena comida y un ambiente agradable, dale una oportunidad a este restaurante. ¡Seguro que no te decepciona!
Es necesario hacer reserva para comer en el restaurante
La verdad es que ya me estaba preguntando cuándo iba a volver a Sal y Almagre. ¡Qué maravilla de lugar! Desde que entré, el ambiente ya me hizo sentir como en casa. El personal es súper atento y simpático, lo cual siempre suma puntos, ¿no crees? La comida que probamos fue excepcional: esos caballitos sin grasa con mayonesa de puerros son un must, y la ensaladilla rusa estaba de vicio. Aunque, bueno, hay que decir que entre platos sí que se tomaron su tiempo, pero vale la pena la espera por lo que sirven.
Otra cosa que me llamó la atención fue su selección de tapas. ¡Nada de modas pasajeras! Aquí todo es cocina de calidad, y te prometo que de cada plato espera salir sorprendido. El canelón de confit de pato es una auténtica delicia. Cada bocado es un festín, y ya ni hablemos de la sepia con salsa de chipirones y piñones… simplemente brutal. Además, los precios están más que razonables, así que no hay excusa para no ir.
Y no es solo la comida lo que brilla; el ambiente también es impresionante. Algunos de los comensales incluso comentaban sobre las vistas a la playa. No hay mejor manera de disfrutar de una buena cena que con esa panorámica de fondo. En cuanto al aparcamiento, no te preocupes: hay un montón de plazas libres y es gratuito, así que es un plus.
Ahora, para los que se lo están preguntando: ¿vale la pena hacer una reserva? Pues, aunque hay muchas plazas, es recomendable hacerla, especialmente si vas en fin de semana. Confía en mí, ¡no querrás quedarte sin probar esos deliciosos platos! Nos vemos la próxima vez, que hay más bocado que disfrutar aquí.
Cuál es el número de teléfono para hacer reservas o consultas
Y ya que estamos hablando de Sal Y Almagre, déjame contarte que es uno de esos lugares que, en serio, no te puedes perder si vas a Mazarrón. Hemos comido genial! La atención fue estupenda y la comida estaba para chuparse los dedos, todo a super buen precio. Si vas, no dejes pasar las Mini Burgers de Pollo y el Pulpo a la Brasa. ¡Te van a volar la cabeza! Y ojo, que aquí la calidad es alta, las raciones son lo justo y se nota que los ingredientes son frescos. Fácilmente podrías dejarte caer entre los 10 y 20 € por persona, y te aseguro que sales satisfecho y muy feliz.
El ambiente es muy agradable y las camareras son un encanto, de verdad. La atención es fenomenal, te sientes como en casa. Hay tantas cosas buenas que decir, como esa mítica experiencia que tuvo un amigo, que llegó recomendado de otro restaurante del puerto. Se zampó un esturión que dice que es espectacular, junto con unos caballitos de mar y un tartar de atún que lo dejaron impresionado. ¡Ah! Y no olvidemos las tartas caseras, la de queso y la de dulce de leche que es la leche, acompañadas de nata hecha en casa... ¡Uff!
Lo mejor de todo es que puedes aparcar sin problemas. Hay muchas plazas libres justo al lado, así que no hay excusas para no ir. Y ya que hablamos de excusas, si quieres asegurarte de tener tu mesa lista, el número de teléfono para hacer reservas o consultas es 968 59 22 80. Así que, ¡anímate! Siempre que voy a Mazarrón, una visita a Sal Y Almagre es imprescindible. ¡Hasta la próxima cena!
El Restaurante Sal y Almagre tiene terraza
Y hablando del Restaurante Sal Y Almagre, no puedo dejar de mencionar lo bien que me lo pasé. La verdad es que, no sé si sabías, pero ¡tienen una valoración de 5 estrellas en todo! La comida es simplemente deliciosa y el trato, inmejorable. Recuerdo que había una chica morena de pelo largo que nos atendió y es un auténtico encanto, siempre atenta y con una sonrisa. Además, tienen una atención maravillosa para personas con intolerancias, lo cual se agradece mucho.
También me encantó que se puede aparcar fácilmente, y está a solo un minuto de la playa. Perfecto para una buena cena después de un día de sol y mar. Aunque, para ser honesto, esperaba ver más opciones clásicas como croquetas y calamares en la carta. Sin embargo, los emplatados son originales y le dan un toque de calidad que no se puede pasar por alto. Y el pan, con ese ligero toque de pimentón y aceite, está para chuparse los dedos.
Lo que también me gustó fue la terraza que tienen, súper bien adaptada para combatir el calor veraniego. Así puedes disfrutar de una buena charla y buenas vistas mientras te zambulles en esos platos recomendados, como los caballitos sin grasa o los canelones de pato. La gente del lugar es realmente amable y te explican cada plato para que lo saborees aún más. ¡Es un sitio que no quiero perderme en mi próxima visita!
Por si te lo estabas preguntando, sí, el Restaurante Sal Y Almagre tiene terraza, y es un lugar ideal para comer disfrutando de las vistas al mar y a la montaña que hay enfrente. Así que ya sabes, ¡no dudes en darle una oportunidad la próxima vez que andes por Mazarrón!